Bienvenidos a la última edición de nuestra serie de boletines Life is Better When you Surf®. Conocimos a Melody Squires en Instagram (@melodysquires) y nos hemos sentido totalmente inspirados por la alegría que comparte a través del surf.
GSI: Hola Melody, ¿puedes hablarnos un poco de ti, dónde vives y qué haces?
MS: ¡Hola! ¡Soy Melody! Me crié en la pequeña ciudad de Wilson, Carolina del Norte, y ahora vivo en Wilmington, Carolina del Norte. Estoy a unos 10 minutos de un popular lugar de surf de Carolina del Norte, Wrightsville Beach. Soy entrenadora de salud holística femenina, instructora de surf y profesora de yoga. ¡En los veranos tengo un campamento de surf para niños que me da tanta alegría! También dirijo retiros de surf, yoga y bienestar para adolescentes y mujeres en Carolina del Norte.
Poder reunir todas mis pasiones de una forma que me permita volcarme plenamente en los demás y ver cómo se amplifica su amor por el surf me hace muy feliz.
GSI: ¿Qué edad tenías cuando aprendiste a hacer surf? ¿Dónde fue y quién te enseñó?
MS: Recuerdo que me regalaron mi primera tabla de surf cuando cumplí 9 años y cada vez que mi familia y yo íbamos de vacaciones a la playa de Wrightsville o a Florida, mi padre o mi primo me empujaban a las aguas bravas.
No me metí de lleno en el surf hasta que cumplí 21 años y empecé a vivir en la pequeña ciudad costera de Carolina del Norte a la que solía ir de vacaciones con mi familia. A los 21 años empecé a curarme holísticamente de los debilitantes ataques de pánico y el surf fue una pieza importante en ese viaje de curación.
Fotografía facilitada por Melody Squires
GSI: ¿Cuál es el mejor consejo que tiene para cualquiera que esté aprendiendo a hacer surf?
MS: El mejor consejo que tengo para cualquiera que esté aprendiendo a hacer surf es, sinceramente, que recuerde que si está sobre una tabla de surf y sonríe, está haciendo surf, y eso es lo único que importa.
Fotografía facilitada por Melody Squires
GSI: Háblanos de una sesión de surf que realmente se te quede grabada en la memoria.
MS: La sesión de surf que todavía parece ser un punto de inflexión en mi surf fue una en una rompiente en Carolina Beach NC, a unos 30 minutos de mi rompiente de casa. Fui con un amigo y recuerdo ver las olas antes en la playa con tanta emoción pero también pensando "¡sí, claro, de ninguna manera voy a salir ahí!".
Por supuesto, acabé en el agua y empecé a ir a por todas, incluso a por las olas más grandes de los sets. Cogí algunas de las olas más grandes y largas que había cogido hasta entonces, y también me golpearon MUCHAS veces. Pero aparte de eso, fui capaz de olvidarme de la *mayoría* de mis miedos. Me di cuenta de que podía quedarme de brazos cruzados y no coger nada o podía ir a por todas, coger una ola divertida o que me golpearan y volver riéndome. Todavía utilizo el cambio de mentalidad que se produjo en esa sesión cada vez que surfeo.
Fotografía facilitada por Melody Squires
GSI: ¿Cuál es tu lugar favorito para surfear?
MS: Mi lugar favorito para surfear es mi playa natal de Wrightsville, Carolina del Norte. La primavera y el verano están llenos de olas pequeñas y bikinis, y el otoño y el invierno pueden traer un oleaje huracanado. Un día puede estar a la altura del pecho y ser de ensueño y al día siguiente estar completamente plano, lo que definitivamente te prepara para surfear en cualquier lugar y en cualquier condición. El agua siempre es bonita y cristalina, y veo delfines casi siempre que surfeo.
GSI: ¿Qué tablas estás montando actualmente?
MS: Actualmente estoy montando una de 9'6 retro moderna que es perfecta para nuestros pequeños días de verano y una tabla custom de 7'10 hecha a mano por un shaper local, Jesse McCrery. Sinceramente me enamoro más de cada tabla cada vez que las monto.
Fotografía facilitada por Melody Squires
GSI: El mantra de nuestra empresa es "Life is Better When Your Surf®" (La vida es mejor cuando surfeas). ¿Qué te dice esa afirmación?
MS: Sí, mi vida es mejor cuando surfeo, pero también mi vida es totalmente mejor gracias al surf. Me sacó de un agujero oscuro cuando tenía 20 años y sigue llenándome de alegría y pasión.
Siempre estoy sonriendo y riéndome cuando surfeo e incluso cuando pienso en surfear. Ser capaz de aprovechar las lecciones que aprendo en el agua en cada sesión, como dejar ir el miedo, y llevarlas a mi vida diaria fuera del agua, me ha dado mucha más fuerza mental, confianza y libertad.
Siempre estaré agradecida por la tabla que me regalaron mis padres cuando cumplí 9 años. Era una niña que quería ser como las chicas de "Blue Crush", y gracias a mis padres, que nunca me impidieron soñar, puedo llamarme surfista.
